La actitud determina la capacidad de una persona para hacer frente a las situaciones difíciles de la vida. La forma en que percibes la vida puede estar influenciando tu comportamiento y las reacciones que tomes también influyen en tu estilo de vida.
Los que viven en las grandes ciudades son más propensos a la ansiedad y el estrés. Porque creen que estos problemas no son más que una molestia temporal que se puede tratar fácilmente con un día de relax, y muchas personas tienden a ignorarlos. Al ir a un masajista o tomarse un tiempo fuera del trabajo, creen que están listos para hacer frente a otro día. Tal actitud podría resultar perjudicial.
Los trastornos psicológicos están mostrando ser más comunes en estos días. A veces es una cuestión del medio ambiente y de la historia, y en otras ocasiones, se trata de problemas hormonales y neuronales. Usted puede culpar en parte a las tensiones de la vida moderna. La vida moderna sobre todo en las grandes ciudades puede infligir un daño irreversible a largo plazo que afecta a la calidad de vida, las relaciones, la salud psicológica, y más. Por ejemplo, hay muchos casos de matrimonios fracasados y familias rotas. Tal situación no sólo afecta a la pareja sino también a los niños. A través de la terapia de pareja, las parejas pueden mantener su unión sana.
Si usted quiere tratar mejor con las diferentes situaciones que se encuentre en su vida, necesita tener la perspectiva correcta. Los comportamientos disfuncionales y las emociones influyen en gran medida su forma de pensar. Aquí es donde entra en juego la terapia.
Para ayudar a las personas frente a la depresión, la ansiedad, traumas, fobias y otros problemas psicológicos, los profesionales eligen el enfoque psico-terapéutico llamada terapia cognitivo-conductual. En lugar de las sesiones habituales de psicólogos en el sofá que la mayoría considera como un gasto en terapia inútil, este enfoque se desarrolló en los años setenta por un médico conocido, es un tratamiento de corto plazo, centrada en los problemas de la terapia. Con los años, la terapia de comportamiento cognitivo demostró ser muy eficaz en el tratamiento de una amplia lista de trastornos. Con resultados mucho más satisfactorios que los diferentes enfoques psicoterapéuticos tradicionales.
¿Cómo se realiza?
El terapeuta colabora activamente con el paciente en el proceso. Esto presenta una imagen muy diferente de la de la configuración tradicional con el terapeuta escuchar pasivamente a un paciente que intenta resolver sus problemas.
Un terapeuta cognitivo conduce activamente a los clientes a identificar sus problemas de pensamiento centrales.
Él o ella le asigna la tarea terapéutica.
Él o ella se centra en la resolución de problemas específicos actuales.
Él o ella mantiene una relación interactiva con el cliente, pidiendo llegar sus impresiones, además de demostrar un alto grado de empatía.
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